(318 palabras) I. Goncharov en su novela "Oblomov" describió el ideal de la vida del protagonista: una existencia ociosa y despreocupada en un estrecho círculo familiar donde reina el amor. Allí, en el campo, donde todos los dones de la naturaleza están abundantemente representados, Ilya Ilich creció y recibió todo lo que necesitaba de sirvientes obedientes y madre cariñosa. Sin embargo, en la descripción de estas fascinantes pinturas vemos una ironía apenas perceptible del autor, que no ve nada bueno en la floja vegetación de la nobleza.
Al describir la infancia de Oblomov a través del sueño del protagonista, el escritor describió un idilio: un pasado feliz y sin nubes que a Ilya Ilich le gustaría hacer su futuro. Pero, como sabemos, en la palabra "idilio" yace un subtexto irónico, como en el texto de la novela misma. Por ejemplo, el autor describe el ideal de su personaje de la siguiente manera: "Todo promete una vida tranquila y larga hasta que el cabello sea amarillo y una muerte imperceptible y onírica". ¿Es eso lo que caracteriza el tema de la admiración? No, el "color amarillento del cabello" se burla de lo que solo parece un paraíso, pero en realidad es un pantano donde la nobleza, el apoyo y el orgullo de la Rusia zarista están atrapados. La paz, no importa cuán seductora pueda ser, no puede ser el sueño final, por lo tanto, el idilio de Goncharov es un accesorio que engaña al lector y lo obliga a penetrar el ideal de Oblomov, para que luego pueda desacreditar una ilusión peligrosa. Y, por lo tanto, los motivos idílicos se concentran en el capítulo "El sueño de Oblomov", que contrasta con la realidad donde está el personaje principal. Entonces, el escritor enfatiza que no son viables, artificiales e impuestos al propio Ilya Ilyich. Los fantasmas del pasado envenenan su presente, justificando los vicios de Oblomov. I. Goncharov supera sutilmente su falsedad, describiendo la naturaleza inverosímil de una tierra ficticia: "Las tormentas de nieve repentinas no regresan en primavera, no se duermen en los campos y no rompen árboles con nieve". Las estaciones se siguen disciplinadamente, como si fueran prisioneros en una caminata. Al leer estas líneas, cada residente de Rusia comprenderá que estamos hablando de una región inexistente, donde es más probable que viva aburrido que feliz.
Así, los motivos idílicos en la novela "Oblomov" se expresan en la descripción de la infancia del héroe en el capítulo "El sueño de Oblomov". Tienen una connotación irónica y realizan una tarea específica. El autor los introdujo en el esquema de la narrativa para mostrar lo absurdo, falso y no viable de la ideología del "Oblomovismo".