(229 palabras) Konstantin Simonov describió con dureza y veracidad la pesadilla de la realidad de la guerra. Quién, sin importar cómo el participante en las batallas en Khalkhin-Gol y la Gran Guerra Patria, el intrépido testigo de ese terrible período, pueda describir en detalle todo el horror de la sangrienta masacre. Sus poemas dieron a los soldados la fuerza de la moral y la generación actual, un recuerdo histórico amargo. Por ejemplo, el famoso poema "Las ciudades están ardiendo en el camino de estas hordas" evoca muchas emociones.
El poeta en el trabajo habló sobre cuán insoportable vivir en esas condiciones. Les recordó a los valientes soldados que los nazis habían perdido por mucho tiempo su imagen humana: “¿Alguna de las personas puede / torturar al anciano, tirar de una cuerda, / forzar a una madre frente a los niños? / Enterrar a los civiles vivos ". Estas líneas desgarradoras causaron furia e ira entre los defensores de nuestra Patria. Simonov insta a los combatientes a que no ahorren al enemigo, sino que "golpeen más y más fuerte cada hora". Prohibió la pena por su amada y pidió no tener miedo a la muerte. Porque solo los soldados pueden proteger a los niños, esposas, madres, hermanas y la patria. Si el luchador se rindió, entonces perdió. Para evitar la vergüenza y la muerte de todo el pueblo soviético, el poeta a través de sus poemas transmitió la instrucción principal, no un paso atrás.
El héroe lírico sabe que no vivirá para ver el gran día, el Día de la Victoria. Pero esto no lo asusta, lucha hasta la última gota de sangre, mientras aún está vivo, desafía a los fascistas, promete que los golpeará con una "bayoneta y caparazón". Y nuestro héroe los derrota, porque no le teme a la muerte, porque "es mejor que la muerte para la tierra natal, y no puedes elegir".